El síndrome de inmunodeficiencia adquirida, conocido por su acrónimo sida,1 es el conjunto de enfermedades de muy diverso tipo (generalmente, procesos infecciosos o tumorales) que resultan de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). El uso de medicamentos combinados puede controlar la replicación del virus y fortalecer el sistema inmunitario; la consecuencia es que la infección se convierte en crónica y no deriva en sida, algo que, en su evolución natural y en la mayoría de los pacientes, ocurriría en promedio a los diez años del contagio, y se produciría la muerte en un periodo de tres a cinco años.
Causas
El virus del sida se transmite a través de la sangre, el semen (incluido el fluido preseminal o previo a la eyaculación), así como el fluido vaginal y la leche materna. El virus puede introducirse en el organismo por el recto, la vagina, el pene, la boca, otras mucosas, como el interior de la nariz, o directamente a través de las venas. Las tres vías de contagio más frecuentes son:
- Por relación sexual (vaginal, oral u anal) con una persona infectada por el VIH.
- Al compartir agujas, material de inyección o de consumo de drogas.
- Por la llamada transmisión vertical (de madre a hijo).
- Ser receptor de una transfusión de sangre o de un producto hemoderivado con fecha anterior a 1987 en España.
- Por el aire ni por el agua.
- A través de animales o insectos (como los mosquitos).
- Por compartir los cubiertos, servilletas, los aseos o cualquier
otro instrumento que no implique contacto sanguíneo o de fluidos
sexuales.
- Por las heces, el fluido nasal, la saliva, el sudor, las lágrimas,
la orina o los vómitos, a no ser que estén contagiados de sangre.
- Por tocar, besar, acariciar o abrazar a una persona infectada.
Sintomas
Entre un 50 y un 90 por ciento de las personas que se han infectado por el virus del sida experimenta síntomas similares a un catarro o una gripe leve (cansancio, fiebre, pérdida de apetito) que remite a los pocos días, también puede sufrir diarrea, sudoraciones nocturnas o aumento de los ganglios linfáticos.
La única forma de saber que se ha contraído la infección es con una prueba específica realizada por un profesional sanitario. Muchos VIH positivos no manifiestan los síntomas de presentar la infección hasta que han transcurrido varios años, de ahí la importancia de conocer qué prácticas y situaciones pueden determinar la infección y actuar consecuentemente.
Prevencion
Las mujeres cuentan con otras dos características que les confieren cierta peculiaridad ante el VIH/sida: la prevención no siempre depende de ellas y, además, forma parte de uno de los tipos de transmisión viral, la de madre a feto. Respecto a la prevención, hay que tener en cuenta que la vía de contagio más frecuente entre las mujeres son las relaciones heterosexuales (son muy pocos los casos, aunque existen, de contagio por relación homosexual femenina).
Hola editor
ResponderEliminarLes escribo desde diagnosticoencasa.com con la intención de entregarles un articulo de calidad optimizado para vuestro sitio web escrito por un profesional para que lo publiquen en su blog, del tema que nos indiques, a cambio de un enlace hacia nuestro sitio. Hemos visto que tu sitio web es excelente y por eso queremos ayudarte.
Saludos Cordiales